Cuatro. Cuatro hombres. Cuatro hombres en un mes. Cuatro hombres en un mes acosándome.
El primero, el vecino. Con cartas por debajo de la puerta. Bonjour tu est tres belle envoie moi un sms au XX-XX-XX-XX-XX ou alors passe me voir chambre XXX. Quiso resolver su agresividad con una segunda carta: Salut, comment tu t’appelles? Et quel âge as-tu? Est-ce que nous pouvons faire connaissance? Si oui envoie moi un sms au XX-XX-XX-XX-XX ou alors viens me voir chambre XXX (la chambre à droite de la tienne). Bisous. PS: Tu es très charmante comme femme tu as l’air d’être une femme très douce. En español: quiero echar un polvo, pásate por mi habitación. A eso le sumó el picarme varias veces a la puerta aun no habiendo recibido respuesta. No quiso ver que si no hay sí, significa no. Solo el sí es sí. También llamó por teléfono a un colega suyo, gritando, delante de mi puerta para que yo oyera lo que decía de mí. Aún encima he tenido que ser agradable con él, darle la mano, agradecerle su “interés” por conocerme y presentarme porque sabe donde vivo.