Chap Bhanjyang, en el valle de Katmandú, es el poblado de paso entre Namo Buddha y Dhulikhel. Los autobuses pasan muy de vez en cuando por lo que se recomienda a todo transeúnte con ganas de llegar al siguiente pueblo que sea puntual en su espera (además de paciente). De lo contrario, él mismo deberá proveerse de un mínimo de dos horas y media de trekking para alcanzar Dhulikhel.

Plano Americano de Sanumaya. Conversación en Chap Bhanjyang, Nepal. Fuente: www.ritapouso.com

Plano Americano de Sanumaya. Conversación en Chap Bhanjyang, Nepal. Fuente: www.ritapouso.com

El autobús escolar ya ha recogido a los niños para llevarlos al colegio. Queda, sentada en el escalón de cemento de su tetería, Sanumaya Tamang. Ella vive en Chap Bhangyang y tiene 50 años. Durante la entrevista abraza a su nieto, el segundo niño de su hija, y le da sombra a una moto aparcada tras ella. Tiene tres hijos y hace nueve años que regenta la tetería. Viste un colorido vestido de flores y una prenda verde. Sus chanclas rosas y lilas son más que suficientes para desplazarse en un suelo que nunca fue pavimentado. Mientras habla, las banderas de colores ondean oraciones, otro de sus nietos juega por el suelo, una casa sigue en construcción, la ropa tendida se contonea a merced del viento y un gallo pasea alrededor del fregadero.

¿Qué es para ti la felicidad?

Soy feliz porque aquí he podido establecer el negocio de mi tetería. Me da un poquito de beneficio para mi vida personal y para mis hijos. Es como un trabajo, así que me hace feliz.

(Sanumaya Tamang, Nepal. 7 de julio de 2016)