Mi abuelo. Eres el hombre de mi vida, el que durante mi crecimiento ha desempeñado todos los roles que han vertebrado la evolución de mis genes. Has sido, eres y serás siempre la figura masculina imprescindible en mi vida. El taxista que más carreras ha hecho para llevarme al colegio y recogerme; el cocinero con más estrellas Michelin entre las paredes de nuestro hogar; el sherpa de mis mochilas repletas de libros y de mi guitarra; el guía de los viajes de Barcelona-Vigo en tren, coche o barco; el humorista de los chistes más repetidos de la historia; el cantante que más conciertos ha dado entre fogones y después del carajillo; el padre con “los hijos más guapos del mundo”; el abuelo con “los nietos más guapos del mundo” y el bisabuelo con “los bisnietos más guapos del mundo”.
Se ahorró la naturaleza la creación de otro ser humano para incluir mi figura de padre y abuelo en un solo cuerpecito. Y vaya ser. Tú no puedes ser humano, tú eres un superhéroe.
Que no te importe un bastón que ayude a estabilizar tus andares, esos que tanto han vivido desde 1935 y que te llevaron al altar. Después de hacer tanto y ser tanto, qué menos que buscar apoyo en tu desplazamiento.
Si la vida fuera una película y de mí dependiera su trama, rebobinaría la cinta hacia el instante en que la abuela y tú os conocisteis para repetirlo infinitamente y asegurarme de que siempre fuerais mis abuelos. No existe la cifra que determine cuántas veces te hubiera escogido como abuelo si tal casting hubiera existido.
Tu salud, antes de roble, se está viendo sustituida por la del sauce llorón, de ramas mucho más frágiles y que, haciendo justicia a su nombre, algún que otro lloro nos ha dado.
Citando a Jorge Drexler, un cantante que no conoces, “cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da”. A pesar de invertir tanto empeño en una lotería que jamás te ha tocado, tienes que saber, abuelo, que de tu nieta siempre vas a estar recibiendo todo el amor, el cariño y los cuidados que tú me has dado durante casi 27 años.
Mi único abuelo. Mi superhéroe. A quien hubiera escogido mil billones de veces. Te quiero, te amo y te adoro hasta la eternidad.
Leave a Reply